Oyaha-Ke:

La Lealtad. Las ingenuas aplicaciones y laboriosidad.

 

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            Nació en 1910 en Cádiz, ingresó en la Patrulla del Kanguro en Junio de 1927, aunque la Patrulla se fundó en abril, su padre no le firmó la autorización de ingreso en la “Institución”, como el llamaba a los Exploradores de España, hasta primeros del mes de Junio, y como siempre fue tan estricto el no se anotó la antigüedad hasta la fecha oficial de ingreso.

            En la patrulla ocupó el número 3, desde que Mukoki había dejado la vida activa en la Patrulla, Oyahake fue el alma y motor de la misma, hay muchos adjetivos para definir su dedicación al Kanguro pero no encuentro ninguno que transmita suficientemente su entrega, quizás la primera frase de este folio, La lealtad y laboriosidad..

            Cuando Ojo de Lince, que ocupó el cargo de Guía a la muerte de Akela, marchó al eterno campamento, Oyahake que había sido Guía en funciones durante la enfermedad de Ojo de Lince, pasó a ser el Guía de la Patrulla del Kanguro de Cádiz.

            Su preocupación constante fue que en el Kanguro siguieran entrando “agregados” para ocupar los vacíos que sus fundadores iban dejando, hasta terminado el 75 aniversario, en el que decidió que todos pasáramos a ser Kanguros de numero.

            Su entrega al escultismo no solo fue a su patrulla, sino que se extendía a toda la Asociación y la Federación. Participó activamente en las conferencias, asambleas, jornadas y donde quiera que se requiriera su presencia dentro de ASDE y también de MSC.

            Oyahake fue uno de los socios fundadores de Scouts de Andalucía  y así consta su firma en el acta fundacional, ejerció casi veinte años como tesorero de la Zona XIX de Cádiz y Delegación de Cádiz.

            Progresista en su ideario político, no dudaba en reconocer los valores de las demás ideologías, lo mismo le ocurría en materia de religión. Y en la humildad que caracterizó a los Kanguros, siempre decía que esto lo había aprendido dentro del escultismo.

            Como toda vida tuvo sus luces y sombras, no era perfecto, ni un santo, lo que si es cierto que se esforzaba por ser un Explorador fiel a su promesa que un día del año 1927 realizó ante sus compañeros y hermanos, y a la que se agarró durante setenta y ocho años, que no son pocos.

            Ahora, como tantas veces en abril, preparó su mochila y partió de acampada para la celebración de San Jorge, esta vez para siempre en el Campamento Eterno, donde su scwaw Adelina, sus hermanos Kanguros y todos los exploradores que le precedieron, seguro le han recibido con los tradicionales saludos y en su fuego de campamento han cantado junto a el las canciones e himnos que siempre entonaron en momentos importantes.           

            Con el deseo de que tenga Paz, Buena Caza y Largas Lunas en las Praderas de Manitú

                        Quiero dar el grito de la Patrulla,

 ¡¡¡ KUI POR OYAHAKE !!!

¡¡¡ KUI, KUI, KUI, ARCHIVIRÚ, KUI!!!

 

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