Shere - Kan

El eterno niño, el atleta, el ruidoso entusiasmo

 

 

 

El día 9 de diciembre de 2007, marchó al Eterno Campamento, Francisco Pérez Pedraza, Shere-Kan “El eterno niño. El Atleta. El ruidoso Entusiasmo”.

Socio de Honor de Scouts de Andalucía. Shere fue Maestro y Enfermero, dos profesiones que supone entrega a los demás, y las ejerció las dos.

Shere es el ultimo que se marcha de los nueve jóvenes que constituyeron el 10 de abril de 1927, la Patrulla del Kanguro de Cádiz, de Los Exploradores de España, el ocupó el nº 6. Han sido 80 años y 7 meses de pertenencia al escultismo. No sé si Akela pensaba en él cuando en la celebración de un San Jorge, en Barcelona en el año 1969, con voz rota por la emoción dijo: «Y cuando Dios llame al último de nosotros a las Praderas de las Eternas Cacerías, y en ellas volvamos a reunirnos, la Patrulla formará ante Su Trono, formará una vez más y este humilde Guía, imitando al personaje de Coloma, avanzará y dirá simplemente "Señor ¡aquí está el Kanguro!"; y estamos seguros de que El, en Su infinita Bondad, nos sonreirá y nos asignará una parcela, cuyas nubes teñirá de rojo y gris, para que en ella podamos honrarle haciendo eterna nuestra vida de Patrulla». (Cap.8 de la Saga del Kanguro).

De lo que si estoy seguro es que las nubes se han teñido de rojo y gris, que los Kanguros han montado su tienda y preparado su parcela como hicieron miles de veces, han izado el querido banderín, ha iniciado su plan de actividades, que seguro lo tenían preparado, como patrulla Phillips que son. Espero algún día volver a ser un “agregado” y compartir con Akela, Ojo de Lince, Pantera; Oyaha-Ke, Oluski, Shere, Tigre Pardo, Pie Ligero y Mukoki, las Eternas Cacerías. Mientras les deseo de que tenga Paz, Buena Caza y Largas Lunas en las Praderas de Manitú Como actual Guía de la Patrulla no me queda más, que decir:

 ¡¡¡ KUI POR SHERE-KAN !!!

¡¡¡ KUI, KUI, KUI, ARCHIVIRÚ, KUI!!!

 Nube Roja

 

¿Por qué nos has abandonado, orgullo de los wapanachkis?- dijo dirigiéndose al joven guerrero, como si sus restos inanimados pudieran oirlo-. Tu vida ha tenido la duración de un instante, pero tu gloria ha brillado más que los resplandores del sol ¿Quién al verte en medio de una batalla hubiera creido que eras mortal? Tras Utawa hablaron varios guerreros, hasta que todos los altos jefes pagaron el tributo de albanza a la memoria de su compañero de armas.  

 

No se si habéis leido la novela de J. Fenimore Cooper, "El último de los mohicanos". Supongo que todos, cuando niños, y si no habremos visto la película. Las películas, porque hay varias versiones. Probablemente Shere Khan era el último de los mohicanos, una raza india que se extinguía ante el avance de los blancos por las tierras del Canadá. A nosotros nos ha tocado el papel de Ojo de Halcón, el cazador blanco criado entre los pieles rojas. Nunca podremos ser de la raza de los Kanguros, pero nos toca preservar su memoria. Gloria a Shere Khan, el tigre cojo, alegrémonos porque un kanguro más nos espera en el Eterno campamento. Shere Khan, en palabras del Guía, el eterno niño. El atleta. El ruidoso entusiasmo.

 

 Oso Pequeño